
En la agenda no hay previsión de lanzar ningún informe. No se acerca ningún acto, ni ningún día internacional relevante para tu entidad (y mira que hay, ¿eh?)
No está a punto de aprobarse ninguna ley que os afecte particularmente, ni cuentas con nuevos testimonios para proponer entrevistas a los medios.
Si trabajas en comunicación de una organización social y te encuentras en esta situación puedes bajar los brazos y esperar a que pase algo… o intentar ‘crear’ una noticia que interese a los medios. No es tan difícil.
Aquí te dejamos cinco fórmulas con ejemplos que tuvieron éxito para ‘colarse’ en la actualidad.
1 / Dilo con una (nueva) imagen
A veces las ONG son como esas personas que cuentan siempre las mismas anécdotas, y se sorprenden de que quienes les escuchan no se rían cada vez. Pues sí, ya que tenemos que repetir las mismas reivindicaciones (porque la realidad y las desgracias también son tozudas) al menos tratemos de hacerlo de una forma novedosa. Seguramente el día que Greenpeace “amordazó” a los leones del Congreso no incluyó ningún posicionamiento diferente sobre la Ley de Seguridad Ciudadana. Pero el hecho de decirlo con una imagen rompedora les hizo convertirse en noticia.
Noticia publicada en La Marea / Foto: Pedro Armestre.
Así, particularmente en problemas que llevan enquistados mucho tiempo, y que tanto periodistas como público en general conocen, la mejor opción puede ser contarlo de un modo gráfico. Y por supuesto, muchas veces lo más sencillo es lo que mejor funciona, como en esta reciente acción del colectivo Boa Mistura en la Cañada Real de Madrid.
Noticia publicada en El País. Foto: Manu Fernandez (AP)
2 / Pídele a alguien concreto, algo concreto, en un día concreto
Una petición inesperada pero razonable, en un momento de máxima atención social, obliga al destinatario tomar una decisión. Una ONG le hace públicamente una propuesta: ¿la apoya sí o no? El silencio es su respuesta (y la posible noticia). En los días previos se puede generar polémica, debates en medios y redes sociales, ir dosificando los argumentos para hacerlo, aprovecharnos del suspense… Y por supuesto, tener dos respuestas comunicativas preparadas, tanto para si logramos el objetivo como si no. En ambos casos, habrá una oportunidad para comunicar algo nuevo y potente. Si no me crees, escucha este Gol del Silencio marcado por Amnistía Internacional en Chile.
Hace unos meses, la sección española de Amnistía Internacional propuso a los equipos que jugaban la Supercopa de fútbol en Arabia Saudí llevar un brazalete violeta como muestra de rechazo a la violencia que sufren las mujeres. Los jugadores no se lo pusieron, pero los medios, deportivos y generales, estuvieron hablando de los derechos humanos en ese país una semana.
Noticia en La Razón
3/ Cuenta diferente
Ofrece los mismos números pero calculados y expresados de otro modo. La cifra puede ser la misma: personas pasan hambre en el mundo, dinero que falta para solucionar una crisis, porcentaje de deforestación de la Amazonia, muertes de personas migrantes en el Mediterráneo… Las cifras y los temas pueden repetirse: nuestra comunicación no. Y ahí está la clave.
Ahora puedes estar pensando “sí, muy bien, pero eso es cosa de redes”. ¿Pero quién dijo que los buenos contenidos en redes no acaban saltando a los medios?
4 / Invéntate aniversarios, o ‘cumpledías’
Revisa en los estatutos la fecha exacta en que fue creada tu organización, puede que estén a punto de cumplirse 10.000 días. O 500 meses. Y tal vez esté a punto de pasar ya un año de aquel acontecimiento que nos impactó tanto y es buen momento para hacer balance, y comprobar si se ha cumplido lo que se prometió.
O quizás dentro de poco se cumplen 25 años de una ley que cambió el ámbito donde trabajas. Y lo bueno de las normas es que puedes tomar la fecha en que se debatió en el Parlamento, o la que se aprobó definitivamente, o la de cuando entró en vigor…
En CIPÓ creamos la accion 5.000 días de incumplimiento, a partir de un número redondo que se le habría escapado a cualquier periodista: los 5.000 días de la firma del tratado más importante en la lucha contra el hambre y cuyos acuerdos seguían incumplidos. Y estos fueron los resultados:
- Emisión de la noticia en 7 televisiones.
- Entrevistas en 15 programas de radio.
- Publicación de la noticia en 14 periódicos nacionales y regionales.
- Publicación del artículo de opinión en 4 periódicos regionales.
¿No nos quejamos muchas veces de que los medios de comunicación van casi siempre a lo urgente y no ofrecen contexto? Pues démoselo bien mascadito, adornado con mucho confeti y velas de cumpleaños.
5 / No lo cuentes en una nota de prensa
O mejor dicho, cuenta en una nota de prensa que lo has contado de otro modo. Puede haber situaciones o historias que cueste mucho vender como “noticiables” por sí mismas, pero que lo pueden ser si han sido narradas de un modo original. No hace falta grabar un documental sobre una expedición al Ártico junto a un actor de fama internacional, como hizo Greenpeace con Javier Bardem. Podemos pensar en hacer un corto, si queremos hablar de una realidad, como la de las Maras, que parece salida del guion de una serie. Si creemos que las personas con las que trabajamos están invisibilizadas y casi nadie les presta atención, podemos subirlas encima de un escenario, como hizo la Fundación RAIS en la obra “Caídos del Cielo”. Si nuestra entidad cumple 50 años, en vez una memoria, quizás sea más interesante un libro de fotografías, cuyo autor pueda luego contar su trabajo a lo largo del mundo y de varias décadas. ¿Hay alguna realidad social que no pueda denunciarse a través de un cómic, o de un juego de mesa, o en un teatro de títeres?
Sí, es verdad, todo eso es más costoso, en tiempos y presupuesto. Pero hay mucha gente con talento que se muere por contar con su arte las historias que apenas se dejan entrever en las notas de prensa. Y quién sabe, a lo mejor empiezas pensando en hacer unos dibujos animados para hablar del hambre en los colegios y acabas en la alfombra de los Óscar.
Eso son solo cinco ejemplos, seguro que hay muchas más formas. Cualquiera vale con tal de no terminar diciendo “es que mi tema no interesa a los medios”, o peor aún, creyendo que no tienes nada que comunicar.